
En los tiempos que vivimos la gestión de la información resulta fundamental para estar orientados y para formar una identidad personal libre de condicionamientos, al menos en cierta medida. Las personas cuando transmitimos información lo podemos hacer de varias maneras según nuestras intenciones y los contextos presentes. Se puede describir un gradiente en la comunicación desde informar hasta adoctrinar, pasando entre medias por sugerir, persuadir, coaccionar, sugestionar y programar.
Informar es comunicar con un fin descriptivo sin ningún fin ulterior más allá que transmitir un determinado conocimiento, procedimiento, habilidad o hecho biográfico. En ningún caso se intenta manipular la percepción o respuesta del receptor de información.
Ejemplo: “El cielo está despejado y no hay nubes”.
Sugerir es comunicar con una finalidad intencional para que alguien haga algo o sienta algo, pero siempre de forma consciente.
Ejemplo: “El cielo está despejado y no hay nubes. Podrías aprovechar a salir a dar un paseo y sentir los rayos de sol”.
Persuadir es comunicar con una finalidad intencional en la que se presiona a otro para que haga algo o sienta algo, advirtiéndole de las consecuencias de no hacer eso o no sentir lo indicado, o de los beneficios que podría obtener al hacerlo o sentir eso. Al comunicar persuadiendo se presiona más que al sugerir, ya que se advierten de ciertas condiciones de comportamientos, pero todo ello se hace de forma consciente y abierta.
Ejemplo: “El cielo está despejado y no hay nubes. Es el momento de que ya pongas lavadoras y así puedas secar la ropa. No lo dejes para mañana, ya que hay varias borrascas que van a traer lluvia y no vas a tener ropa seca en varios días”.
Una modalidad de persuasión es la coacción, en la que se va más allá de persuadir. Coaccionar es comunicar una información instando a actuar o a sentir de una forma determinada, ya que si no, la persona tendrá unas consecuencias negativas, algo que se explicita de forma amenazante.
Sugestionar consiste en comunicar algo de forma imperativa o sugestiva hacia una persona o un grupo de forma que se acepta la información recibida de forma acrítica, asumiendo el receptor la orden o sugestión. En una sugestión interviene por una parte la inducción sugestiva de la parte actora y, por otra, la sugestionabilidad de la parte receptora.
Ejemplo: “El cielo está despejado y no hay nubes. Los rayos de sol entran por los poros de la piel, como un fuego que está calentando tu piel. Cada vez los rayos la calientan más y más, los poros se dilatan y el calor entra más directo y hacia al fondo, como el fuego que está quemando un papel…”.
Programar consiste en crear una forma de pensar, ser y comportarse a través de la repetición de actos comunicativos sugestivos y comportamientos repetitivos que son asumidos de forma acrítica, bien por la mera repetición, bien por una convicción sugestiva, bien por una coacción, o bien por una combinación de estos factores.
Ejemplo: Luisa es una niña de 7 años que tiene mucho miedo a su Primera Comunión mostrando pesadillas en su sueño, perdiendo el control de esfínteres y desplazándose con una gran rigidez motora. Se muestra impresionada emocionalmente y muy excitada ya que le han repetido muchas veces que va a “comer el cuerpo de Cristo” y que «Jesucristo va a entrar en ella». La niña, pese a que ninguno de los educadores la ha intentado asustar, se lo ha tomado al pie de la letra.
Adoctrinar implica programar intencionalmente de acuerdo con una ideología o doctrina, de forma que el objetivo del emisor es que el receptor de la comunicación piensa, siente y se comporte acuerdo a un sistema de códigos y normas impuestos por el emisor. Adoctrinar tiene un marcado carácter manipulativo más consciente por parte del emisor, a diferencia de la mera programación, que no implica una manipulación doctrinal. Puede utilizar la sugestión y la coacción como estrategias más relevantes.
Ejemplo: “Laura, a partir de ahora tendrás que vestir esta ropa, pensar de esta forma y hacer estos comportamientos a diario para ser uno de los nuestros. Si no lo haces, no serás merecedor de nuestra consideración y no formarás parte de las niñas extraordinarias de pensamiento avanzado de ahora”.
¿Qué tipo de información utilizas con los demás? ¿Qué tipo de informaciones recibes e integras de los demás? ¿Informaciones puras, sugerencias, persuasiones, coacciones, sugestiones, información programada, información doctrinal? Conocer la dinámica informacional es, tal vez, una de las claves para desarrollar tu identidad siendo libre, al menos en parte.
