Anclajes externos e internos: adoctrinamiento versus autoconocimiento

IMG-20131003-WA0005Encontrar puntos de anclaje parece necesario para que nuestros proyectos fructifiquen. Las personas, generalmente, necesitamos unos puntos de orientación para sentir seguridad. Estos anclajes son elementos que aportamos los psicoterapeutas en un primer momento, cuando las personas manifiestan su desasosiego y expresan su desorientación. Ciertamente, las personas buscan estos anclajes y seguridad en el mundo externo, más que en su mundo interno, con frecuencia confuso y dolido o dañado a través de diferentes experiencias. Una prueba inequívoca de este anclaje externo es la identificación de la gente con muchos personajes públicos, imitándolos en la forma de vestir y expresarse y, en general, en sus costumbres conocidas o públicas. En grado extremo están aquellos que expresan una fascinación y una idealización de muchos líderes, como si de mesías se tratasen, tomándose sus consejos, iniciativas y comportamientos como los únicos deseados y válidos. En general, parece como que las personas necesitan una estructuración a la que se pueden acceder fácilmente creyendo ciegamente en otras personas y en lo que hacen, sin filtro selectivo alguno. La necesidad de creer en algo y la búsqueda de anclajes externos puede derivar en comportamientos dependientes, sectarios o fanáticos, que aportan certidumbre y una seguridad localizada fuera de uno mismo, pero no la seguridad en uno mismo y en el autoconocimiento.

Pasar de la búsqueda de anclajes externos rígidos al descubrimiento de anclajes internos flexibles constituye el mayor desafío personal para ser libres. La labor de los psicoterapeutas es la de aportar algún método para hacer este proceso desde estos anclajes externos a los internos, sustituyendo la necesidad de creer por el disfrute y autoconocimiento en la experiencia. Los problemas de la vida son estímulos para el autoconocimiento, no para el adoctrinamiento. ¿Dónde están tus anclajes: en el mundo interno o en el mundo externo? ¿Son rígidos o flexibles? ¿Te has o te han adoctrinado alguna vez? Tus experiencias y aportaciones serán bienvenidas.